viernes, 29 de diciembre de 2017

Preguntas a Cezilla Lontrato


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Siempre me gustó escribir, crear historias, y siempre lo hice como pasatiempo. Pero no sabía que me quería dedicar profesionalmente hasta que escribí mi primera novela, Holtus. Ponerme en serio a definir la historia, hacer las fichas de los personajes, delinear los capítulos, fue un proyecto en sí mismo, no fue ponerse delante de la compu y escribir lo que salía. Y me encantó. El proceso de escritura, la corrección, la revisión de todas las escenas, de las intervenciones de cada personaje, hicieron que la escritura me gustara mucho más y ahí fue cuando decidí que iba a dedicarme por completo a eso.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

El último libro publicado también es, en realidad, el primero: Holtus. Sobre Holtus te puedo decir que es una historia de ficción juvenil, sobre una bibliotecaria que descubre que proviene de un clan muy antiguo de brujos. Holtus es un valle aislado, en donde Sonia, la protagonista, pasará gran parte de sus aventuras. Me encanta meterme en Holtus, en sus colinas, con su gente, así que ya estoy trabajando en la segunda entrega.
Respecto del último libro escrito, que aún no salió publicado, es una historia de terror, con algunos elementos paranormales, y bastante explícito en cuanto a la descripción de las escenas. No puedo decir mucho todavía, solamente adelanto que el protagonista es un restaurador de muebles y objetos.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

La verdad, tengo muchísimos que se me vienen a la mente.
De la primera que me acordé fue de Lisbeth Salander, la protagonista de la saga Millenium, de Stieg Larsson. Lisbeth tiene una personalidad que me encanta, se levanta una y otra vez, no importa lo que le pase (y le pasan todas, ¡pobre!).
Otro que te podría decir es John Wick, el personaje de Keanu Reeves. Si bien es hombre, la personalidad puede aplicar a cualquiera, y te dejo una frase que me encanta de la peli y que me cuesta mucho implementar en mi vida, por eso la tengo tan presente: “John es un hombre enfocado, comprometido, pura voluntad”. Es una frase que parece muy simple pero que muchos de nosotros no aplicamos nunca porque nos gana la fiaca, las circunstancias, la vida misma. Siempre digo, deberíamos ser un poco más como John Wick, enfocados, comprometidos.
Para finalizar, me siento identificada casi siempre con los villanos de las historias de ficción. No sé muy bien la razón, pero me generan empatía enseguida, los entiendo, no los juzgo y siempre trato de comprender las razones de su accionar (aunque reconozco que hay villanos que son imposibles de aguantar, incluso para mí).  

¿Qué autores nos recomendás?

Tengo muchos autores que recomendaría, de los que leo siempre y que marcaron mi formación como lectora y me influenciaron como escritora:

Stephen King, Anne Rice, J. K. Rowling, George R. R. Martin, Peter Straub, H. P. Lovecraft, Edgar Allan Poe, Amanda Stevens, Brian Lumley, Clive Barker, Deborah Harkness, Diana Gabaldon, Horacio Quiroga, Flannery O’Connor, Joe Hill, Laura Gallego, Neil Gaiman, Pablo de Santis, entre muchos otros.

martes, 26 de diciembre de 2017

Preguntas a Martín Sancia


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Nunca elegí dedicarme a la literatura. Tan solo me puse a escribir a eso de los 17 años,  y ya no pude parar.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Shunga, mi última novela para adultos, está inspirada en los shunga, que son estampas japonesas en las que se representan relaciones sexuales, escenas de voyeurismo, de masturbación, bestialismo, orgías, violaciones, y varias cosas más.     

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Con Montes, el protagonista masculino del cuento “Esbjerg, en la costa” de J.C. Onetti.

¿Qué autores nos recomendás?


Voy a nombrar algunos: Cervantes, Garcilaso de la Vega, Onetti, Valle Inclán, Borges, Proust, Marechal, El Cantar de los cantares, Bret Ellis, Chejov, Carver, Hölderlin, Carroll, Dahl, Oscar Wilde, T. C. Boyle, Lucio v. Mansilla, Lawrence de Arabia, Copi, Levrero, Stephen King, Felisberto Hernández,  Ed McBain, Flaubert, Chesterton, Clive Barker, Jack Ketchum, J. P.  Manchette… 

viernes, 22 de diciembre de 2017

Preguntas a Claudia Barzana


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Escribir para mí, ha sido una pasión que estuvo dormida por unos cuantos años, hasta que me lancé a escribir mi primera novela “Al otro lado del fuego”, publicada en el año 2013. Dedicarme a escribir es una parte fundamental de mi vida que disfruto y amo hacer.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Mi última novela es Ojos grises ubicada en el año 1883 en Buenos Aires. Con un protagonista masculino propietario de burdeles, que lo único que ama y desea es a Béatrice pero tendrá que luchar mucho para cristalizar ese amor. Hay otras parejas y amores que se entrecruzan en la trama. Se habla también sobre el principio de la medicina psiquiátrica con un personaje que adoré escribir como es el de Teresa. La ciudad de París está muy presente en esta novela.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Creo que cada personaje tiene algo de mí aunque yo no me dé cuenta, pero en verdad, me identifico con aquellos que a pesar de las adversidades vuelven a empezar con una cuota importante de resiliencia.

¿Qué autores nos recomendás?


Yo soy una lectora voraz porque leo bastante y casi todos los géneros. Voy a recomendarte solo algunos autores como: Pérez Reverte, Zafón, Julia Navarro, y de las autoras argentinas Gloria V Casañas, Florencia Bonelli, entre tantas. 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Preguntas a Leila Sucari


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?
Escribo desde muy chica, pero me di cuenta que quería dedicarme a esto alrededor de los 22 años. En ese momento, estudiaba filosofía, artes visuales y hacía taller de teatro, no sabía bien qué quería, o mejor dicho, quería hacer todo. Después fue decantando solo, estudié periodismo para tener un oficio que me permitiera abandonar mi trabajo de camarera y de ahí pasé a hacer un taller de crónica narrativa con Josefina Licitra. Entonces me di cuenta que definitivamente escribir era lo que necesitaba y empecé a hacerlo todo el tiempo, escribía ficción y no ficción, no me importaban los géneros y mucho menos publicar. Era una pulsión que crecía y que se instaló en mi vida. Escribir no fue una elección, sino más bien un impulso que siempre estuvo y que en un momento se volvió una fuerza imposible de postergar.
¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?
Adentro tampoco hay luz cuenta la historia de una niña que llega al campo y empieza a descubrir su cuerpo, lo que existe más allá de las fronteras del terreno de su abuela y la animalidad que hay en ella.
¿Con qué personaje de ficción te identificás?
 Cada vez que leo me identifico con los personajes, si no me sucede, abandono.
¿Qué autores nos recomendás?
No soy de recomendar porque creo que el camino –si es que existe algo que pueda llamarse camino-  es muy personal, ecléctico, azaroso e inesperado. Algunos autores que me marcaron son Lewis Carroll, John Fante, Sharon Olds, Gilles Deleuze, Silvina Ocampo, Felisberto Hernandez, Clarice Lispector, Tanizaki, etc.

domingo, 17 de diciembre de 2017

Preguntas a Gabriela Exilart


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

La escritura me eligió a mí cuando era chica, empecé a escribir desde que era una nena, mi primera novela la escribí a los 14 años. Nunca dejé de hacerlo y un día me encontré con un montón de novelas guardadas en la computadora y me dije, ¿por qué no?

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

“Con el corazón al sur” retoma a la familia de Aime y Lihuén, de Pinceladas de azabache, y transcurre en plena dictadura, en Argentina 1978. Una venganza que viene del pasado obliga a Naiquen a huir del país, y lo hace junto a su sobrina segunda, Libertad, que debe exiliarse por razones ideológicas. La persecución las seguirá hasta Francia, donde ambas vivirán apasionadas historias de amor, haciendo frente al desarraigo y al peligro. Es una novela que tiene todo: acción, pasión, aventura, fútbol, nostalgia, discapacidad, venganza, ciudad, campo, caballos, y lazos familiares indestructibles.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Soy todos y cada uno de los personajes de la novela que estoy escribiendo, me meto en su piel y los vivo en carne propia.

¿Qué autores nos recomendás?


Mis preferidos son: Isabel Allende, Cristina Bajo, García Márquez, mis compañeras editoriales, todas ellas. Y saliendo de la literatura latinoamericana, Kate Morton, Ernest Hemingway, Kristin Hannah, entre otros.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Preguntas a Cristian Acevedo


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Creo que hay dos razones. La primera es la que nos encontramos con mayor frecuencia: sencillamente por amor a la lectura. Es decir, por amor a las historias, pero también por la curiosidad que me generaba ese otro acto íntimo, que es el de la escritura. La imagen del escritor (imagen falsa, lo sé, pero así lo imaginaba yo), encerrado en un cuarto penumbroso y solitario, abarrotado de tabaco y whisky, intentando pasar al papel las historias que se le iban ocurriendo, me atraía más que ninguna otra cosa.
La segunda es incluso más infantil. De chico soñaba con ser tres cosas: detective, arqueólogo y superhéroe. De adulto descubrí que no sería ninguna de las tres. Pero también de adulto comprendí que podía ser las tres cosas. Que siendo escritor podía ser lo que quisiera. Así fue como me convertí en Philip Marlowe, en Indiana Jones, en Batman. Así fue como me decidí (me resigné) a ser escritor.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Tengo que mencionar dos, porque salieron simultáneamente: Sommelier de infiernos (Baltasara Editora) y Matilde debe morir (Editorial Bärenhaus). El primero es un libro de cuentos de terror; el segundo, una novela que, si tuviera que definirla, diría que se ubica en algún punto de tensión entre la novela experimental y la novela policial. Pero mejor sería hablar de mi más reciente novela: Lo no escrito (de aquellos días oscuros), que sigue inédita pero que me ha dado tantas o más satisfacciones que todo lo anterior. Es la historia de un escritor que está bloqueado y que ha dejado su novela por la mitad, al que se le aparece el personaje principal de esa novela inconclusa, para reclamarle que siga escribiendo. Para reclamarle eso y mucho más. Y no sólo él se le aparece, claro. Habrá otros que, acaso con distintas motivaciones, irán engordando la trama. Lo no escrito mantiene, o intenta mantener, la duda: ¿es el personaje quien reactiva la trama al aparecérsele a su propio creador, o es el escritor quien, retomando la escritura, reanima a su hasta entonces estático personaje?
Esa pregunta estará latente. Y acaso no se responderá nunca.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

De un tiempo a esta parte, fui descubriendo que me identifico demasiado con Wilbur Redondo (el protagonista de mi novela inédita). Parece una respuesta cómoda y vanidosa, pero diría que es todo lo contrario. Wilbur (y sus vicisitudes) fue creado a partir de las diferencias: nada más lejano a la autobiografía había al momento de su creación, y sin embargo este último tiempo no hago más que encontrar semejanzas, que a la vez me divierten y a la vez me asustan.

¿Qué autores nos recomendás?

Evito nombrar a los inevitables (Poe, Quiroga, Chejov, Cortázar) y postulo los que leí o releí hace poco y que me dieron momentos gratificantes y que todavía perduran en la memoria (esa permanencia en el recuerdo sin dudas es un indicio de buena literatura):
·        Los que matan el tiempo y lloran su entierro, de Pablo Laborde.
·        Mac y su contratiempo, de Enrique Vila-Matas.
·        Como si existiese el perdón, de Mariana Travacio.
·        Museo de la novela de la Eterna, de Macedonio Fernández.
·        Diario de la Bestia, de Omar Weiler.
·        Misery, de Stephen King. Pero también El resplandor y Cementerio de animales y El umbral de la noche.
·        La mujer que escribió Frankenstein, de Esther Cross.
·        Distancia de rescate, de Samanta Schweblin.


miércoles, 13 de diciembre de 2017

Preguntas a Gilda Manso


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Creo que no lo elegí, escribo desde que me acuerdo. Sí decidí dedicarme a la escritura como oficio, no como pasatiempo; lo hice por lo que dije antes: escribo desde siempre. Entonces fue una decisión natural. Como el chico que vive haciendo jueguitos con la pelota, luego crece, se vuelve futbolista, y a todos les parece lo más lógico del mundo.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Mi último libro publicado –que no es mi último libro, pero de ese no puedo hablar todavía- es una novela, Luminosa, que trata de una mujer de cuarenta y pico de años, Fausta, soltera y sin hijos, a la que un día le dejan una beba en la puerta de su casa para que la crie como si fuera propia. La novela narra la decisión que toma Fausta, pero también narra situaciones de su pasado: cómo es que Fausta llegó a ese presente en el que le dejan una beba en la puerta de la casa.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Me veo muy parecida a Kinsey Millhone, la detective de la serie Alfabeto del crimen, de la escritora estadounidense Sue Grafton. Me divierte verme parecida a ella, y es un parecido bastante narcisista, porque Kinsey me encanta.

¿Qué autores nos recomendás?

Bueno, si les gustan las novelas policiales, Sue Grafton, sin duda. Si les gustan las novelas románticas, Gabriela Margall. Ya fuera de géneros literarios, recomiendo siempre a Amelie Nothomb, aunque sus últimos libros no me están cerrando mucho. Te milito todo lo que sea de J.K. Rowling, no puedo creer que siga estando subestimada por ser bestseller. Y dos extraterrestres: Chuck Palahniuk y Martín Sancia Kawamichi.


lunes, 11 de diciembre de 2017

Preguntas a Agustina Bazterrica


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

La escritura me eligió a mí. Es una compulsión. Si no escribo (que es el equivalente a leer) me enfermo, de manera literal.
Mi madre me cuenta que cuando aprendí a escribir ponían mis pequeños relatos (de un párrafo o menos) en la cartelera del colegio. Tengo un recuerdo vago de uno de una nube que hacía cosas extrañas. O sea, escribo desde la época en la que no tenía conciencia de lo que estaba haciendo ni de qué implicaba ser un escritor. La literatura es mi vocación.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Es una distopía oscura donde se legitima el canibalismo: se empiezan a faenar humanos en frigoríficos. Sugiero leerlo con una copa de vino o un té de tilo, porque es duro. Sin embargo, a pesar de la crudeza del tema la novela que se titula “Cadáver Exquisito” ganó el Premio Clarín de Novela 2017, con lo cual a alguien le pareció que valía la pena ser publicado y difundido. 

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Por un lado con Ignatus Reilly el personaje de La conjura de los necios porque tiene una ironía ácida como a mí me gusta. Por el otro, con Gregorio Samsa porque muchas veces me siento un ser extraño que no encaja en ningún lugar. Muchas mañanas cuando no logro levantarme también me siento un escarabajo luchando por darse vuelta.

¿Qué autores nos recomendás?

Me gusta recomendar contemporáneos porque los clásicos ya tienen su difusión propia.

Hace muy poquito leí un libro extraordinario de Esther Cross: La mujer que escribió Frankenstein. Recomiendo enfáticamente ese libro así como todo lo que escriba Roque Larraquy, Julian Barnes, Martín Sancia, Ariadna Castellarnau y Liliana Díaz Mindurry. 

sábado, 9 de diciembre de 2017

Preguntas a Adriana Hartwig




¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Es una pregunta difícil de responder. Porque no la elegí. Es un impulso, una compulsión. Es como respirar. Fundamental para mí.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

¿El Nombre del Canalla? Me sorprendió su éxito entre las lectoras. Pensé que, como involucraba una venganza y la historia se centraba más en ello, quizás no compliera con las expectativas, pero me alegro enormemente de que haya cumplido su misión: enamorar a un montón de lectoras. Y no es para menos, Dante, el protagonista, es el hombre perfecto J Me llevó tiempo hacer esa novela, más de lo acostumbrado. Por lo general una historia está redactada en tres meses. Te confieso incluso que terminé una, (la que hoy está en manos de la editorial para su evaluación) en 15 días. El Nombre del Canalla me llevó un año ponerlo a punto y con todos los detalles que deseaba. Sucede que no sólo está la historia de venganza y de cada uno de los personajes, sino una investigación muy profunda sobre Empedrado y la mansión de Invierno
Dante, el protagonista, fue sencillo. Es un hombre fuerte, marcado por el pasado, decidido a vengarse de todos aquellos que le robaron todo cuanto le pertenecía. Virginia fue más complicada. Esa mujer tiene sentimientos encontrados sobre su padre, su propia historia, y fue todo un desafío encauzarla como heroína. Pero, pensé, ella es real, no es la típica protagonista dulce y tierna: tiene sus emociones, sus sentimientos de rencor, de enojo, y hay que comprenderla.
El resto de los personajes son un encanto, pero a quien personalmente quiero mucho es a Mamá Gigi. Ella es el reflejo de las mujeres de mi familia, de aquellas que tuvieron que marcar el camino de las más jóvenes.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

¿De todos los libros que he leído? Con Josephine March, personaje de Mujercitas, de L. May Alcott. ¿De mis propios personajes? Con Virginia. Ella tiene mucho de mí en su carácter y en su historia.

¿Qué autores nos recomendás?

De los más leídos a nivel internacional, recomendaría a Nicholas Sparks, Stephen King, Amanda Quick, de Argentina, a Susana Oro, Susana Biet, que son muy, muy buenas, cada una a su particular estilo.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Mis recomendados para Navidad

¡Hola! Armé una lista de cuatro libros que leí este último tiempo y me gustaron mucho. Son libros muy diferentes entre si y tienen una similitud para mí: descubrí a sus autores este año y todos fueron una grata sorpresa. Los recomiendo para regalar o regalarse.
Estos son:

                                                   El nombre del canalla, de Adriana Hartwig


Es una novela que me apasionó, narra la historia de Dante Rivera, un hombre misterioso con un pasado tan misterioso como él.

                                                            Luminosa, de Gilda Manso


Esta novela breve y ágil cuenta la historia de Fausta, una mujer empresaria de un pueblo de Buenos Aires a la que un día -ahí empieza la historia- le dejan a una beba para que la críe como su hija.

                                                       Memento Mori, de Muriel Spark


Una novela llena de suspenso, también contada de manera ágil y entretenida, en la que un grupo de personas mayores reciben un llamado telefónico amenazante. Por el estilo de la autora es un libro que a pesar del suspenso me resultó divertido.

                                             La muerte lenta de Luciana B, de Guillermo Martínez


También una novela de suspenso e intriga: una chica, Luciana, sospecha que las muertes que ocurren cerca suyo no son casuales si no parte de una venganza.

Las editoriales que publicaron estos libros son Vestales, Milena Caserola, La Bestia Equilátera y Planeta, respectivamente.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas a Andrea Milano


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Porque desde que tengo uso de razón, me atraía la lectura. Siempre amé leer y creo que escribir mis propias historias fue lo más natural del mundo. Cuando tenía 8 años y leí Mujercitas, conocí a Jo March y desde entonces, supe que yo quería ser como ella.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Mi última novela fue publicada por el sello P&J el año pasado. Se llama Embrujo Gitano y es del género romántico histórico. Es una historia muy intensa que recorre dos períodos de la Historia Argentina. La primera parte transcurre durante el segundo gobierno de Rosas y la lucha encarnizada entre unitarios y federales. La segunda parte, habla sobre la Guerra de la Triple Alianza y la epidemia de cólera que asoló a buena parte del país en la década de 1860. Ambas etapas, con protagonistas femeninas fuertes y decididas, que, a pesar de todo, luchan por salir adelante. No cuento más, lo mejor será que la lean ;) 

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Con Greta Lindberg, la protagonista de la saga de novela negra ambientada en Suecia que escribo bajo el seudónimo de Lena Svensson. Greta ama leer, le apasiona resolver misterios y en lo que más nos parecemos, sin dudas, es en la devoción que ambas tenemos hacia La Dama del Misterio, Agatha Christie.

¿Qué autores nos recomendás?


¡Hay tantos y tan buenos! Este año descubrí a la española Dolores Redondo con su trilogía del Baztan. Agatha Christie, por supuesto, no puede faltar en la biblioteca de nadie. Dentro de la novela histórica, un pecado no mencionar a Gloria Casañas, Florencia Bonelli, Camucha Escobar o Gabriela Exilart, todas excelentes escritoras y compañeras de pluma. Dentro de la literatura nórdica, recomiendo especialmente a Camilla Läckberg, Asa Larsson, Henning Mankell y Jo Nesbo. 

lunes, 4 de diciembre de 2017

Preguntas a Flor Canosa


¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

Escribir se me dio desde chica, aunque parezca un lugar común. Cuando tuve que decidir qué carrera seguir, imaginaba que la literatura no era una opción (en realidad me asustaba lo académico, pensaba que Letras me iba a tragar y escupir mis huesitos). Como me gustaba muchísimo el cine, opté por estudiar Guion, que era una forma de unificar pasiones. Luego estudié Montaje y estas dos herramientas que venían de otro lenguaje, me llevaron a la comprensión de la estructura, el ritmo, la acción. Pero nunca dejé el formato narrativa, aun cuando me parecía imposible publicar. Escribo porque no me queda otra, porque no tengo otro talento y porque me sale escribir, cuando no escribo sueño que escribo o no me puedo dormir con la idea de una trama o capítulo. Aunque me resista, la escritura siempre gana.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Mi último libro publicado es «Bolas» (Editorial Zona Borde, 2017) y creo que la mejor definición la dieron en una reseña que me hicieron para Evaristo Cultural y no puedo más que citarla porque es más precisa de lo que yo podría narrar: «es un relato en primera persona y el tema es claro: Federico, un hombre gris, un empleado que trabaja en un sótano sin ventanas, es un pobre hombre acostumbrado a vivir en un contexto de infelicidad. Incapaz de disfrutar, de experimentar verdaderos placeres, ahora le toca afrontar este hecho traumático, (…) más allá de haber, el hombre, literalmente, perdido sus pelotas. Entonces, atrás queda pendiente una historia de frustraciones y privaciones; de posibles expectativas imaginarias y de realidades. Atrás queda por resolver un conflicto de desvalorización. Pero en primera instancia aparece el cercenamiento, que sería metáfora de alguna otra carencia. Posiblemente una falta de confianza en sí mismo, pensará el lector, teniendo en cuenta que los testículos simbolizan la virilidad, la fertilidad, aunque también se los relaciona con falta de reactividad, con la impotencia, con la inseguridad, con la resignación y con los miedos. Una novela que nos habla de varones y de mujeres. De relaciones interpersonales, de interacción. De vínculos descosidos. De estereotipos y de roles. De crisis y de cambio.»

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Es una pregunta muy difícil. Si tuviese que llevarlo al terreno de lo leído, es todavía más complicado porque creo que las identificaciones varían según el momento emocional del «yo lector». Creo que en muchos momentos de mi vida he sido Rachael de «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?», por todos los motivos que se te puedan ocurrir. Suelo sentirme muy identificada con la ciencia ficción porque, de algún modo que necesitaría (más) terapia, me siento una persona en construcción y actualización. Ahora, si tengo que responder sobre mis propios personajes, diría que con todos o con ninguno en el mismo porcentaje de identificación.

¿Qué autores nos recomendás?


Recomiendo mucho leer a los argentinos o latinoamericanos contemporáneos. No sólo por el gran talento que hay en la región, sino porque son (somos) los que más necesitamos llegar al público y salir de cierto círculo endogámico de escritores que se leen entre sí. Hoy le presté tres libros a mi hermana para que se lleve de viaje y dos de ellos eran de escritores con los que he salido a tomar cerveza o invité a mi último cumpleaños. Porque además de ser enormes autores, esa posibilidad de dialogar con el autor/a en carne y hueso, ningún lector/a debería perdérsela. Me interesa mucho lo que deviene de la admiración por la pluma del autor/a que está ahí, marchando con vos en Plaza de Mayo o sentada/o a dos sillas de distancia en un Ciclo de Lecturas. Es más, no voy a dar nombres para que buceen en las librerías. Porque somos un montón y necesitamos ese abrazo del lector/a. Y porque en este colectivo del cual hablo, dar nombres sería limitar a encontrar autores maravillosos. Hay que seguir el camino de la curiosidad o del morbo, como prefieran.

domingo, 3 de diciembre de 2017

¡Bienvenidos!



¡Hola! Abro este blog porque me gusta leer y apoyar a los escritores jóvenes. Mi intención es difundir toda la literatura que pueda, en especial la escrita por mujeres.

¡Bienvenidos a Any entre libros!