Preguntas a Carolina Bugnone

¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

¡No sé si lo elegí!, algo me empujó a escribir desde chica y no me negué. Leer y escribir son para mí, desde esa época, mundos en los que quiero vivir.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Lo último que edité es un fanzín de poesía (¿cuenta como libro?) que se llama “Los perros de mi vecina”, por Goles Rosas, y salió en diciembre de 2017. Para decir algo sobre él, tomo palabras que Elena Anníbali escribió en la contratapa: “un libro minimalista y al parecer, intimista, desenfadado y hasta –por qué no- doméstico. Pero en realidad también y sobre todo, escribe un libro sobre las relaciones cruzadas por el signo de este tiempo y su manto de soledad y ruidos, de insomnio y adivinanzas, la unilateralidad de las percepciones, los fantasmas.”

De narrativa, lo último que edité el mismo año (2017) es “Las primas de Villaguay” por Peces de Ciudad. Una novela corta que recrea la mirada de una nena desde la voz adulta, ubicada en el contexto histórico de 1983 en nuestro país, y con el atravesamiento de la geografía del río, las pérdidas y las construcciones familiares.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

Me voy identificando con diversos personajes, no hay uno en especial, un “elegido”. Me parece que cuando la escritura es rica, interesante, honesta, de algún modo logra que te identifiques o que puedas sentir como sienten los personajes. Por eso en novelas como “La piel dura” de Fernanda García Lao, “Desplazamientos” de Mario Levrero  o “Desaparecida” de Martha Dillon, historias tan diferentes y con protagonistas tan dispares, te podés identificar con sus personajes en el sentido de ponerte/sentirte en su lugar.

¿Qué autores nos recomendás?

En narrativa, los que nombré: García Lao, Levrero, Nothomb, Cabezón Cámara, Chilano, Baricco, Cheever, Carver. No los puedo enumerar a todos porque siguen apareciendo autores que me gustan.

En poesía Claudia Masin, Elena Annibali, Jorge Chiesa, Damián Ríos, Fernanda Mugica; Laura Wittner de los últimos autores que leí. Siempre hay, también en poesía, autores nuevos que me gustan.