¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?
No sé si
diría que se trató de una decisión, más bien de una necesidad muy profunda, que
me constituye desde la infancia. Sí hubo un momento bisagra para mí en cuanto a
la escritura como profesión, que se produjo después de recibirme de psicóloga,
en 2010. Entonces, sentí que ya había cumplido con las demandas familiares y
sociales, y me abracé a mi deseo, me embarqué con más libertad y mayor compromiso
a escribir y a formarme como escritora.
¿Qué nos podés contar sobre tu último
libro?
Mis Muertos
Amarillos, publicada por Peces de Ciudad, es una novela corta que algunos
catalogan como de terror psicológico. La escribí especialmente para Peces y fue
una experiencia desafiante, maravillosa y atemorizadora a la vez, ya que se
trata de mi primera novela y, además, de lo primero que escribo fuera del
dominio de la ciencia ficción, género en el que siempre me sentí muy cómoda.
Mis Muertos Amarillos es un libro introspectivo,
onírico, que acompaña a Dora, la protagonista, en la reconstrucción de los
momentos importantes de su vida, los espacios y los instantes que condensaron
sus expectativas y sus sueños. Mientras Dora recuerda y sueña, afuera, en la
calle, la vida del barrio de Florida sufre su propia convulsión.
Y en estos días, Poe Kiddie
Comicz publicó Esencial, un poemario ilustrado de material escrito y dibujado
por mí cuando tenía 8 años.
¿Con qué personaje de ficción te
identificás?
A riesgo de sonar
poco original, pero sí muy fiel a mí misma y a la nena Alejandra que fui, diría
que me identifico con Jo March, la hermana escritora de Mujercitas. No
solamente porque Jo se dedica (y termina triunfando) en la escritura, sino por
su modo apasionado de vivir, por el compromiso con sus afectos (¿quién podría
olvidar el sacrificio que hace por su padre?) y porque, desde muy chica, urdir
historias para entretener a sus hermanas le daba sentido a su vida.
¿Qué autores nos recomendás?
En el último
año leí a Faulkner y a Carrére, dos autores con un enorme conocimiento de la
naturaleza y la psicología humanas, que recomiendo no solamente a los lectores
sino especialmente a los escritores. Recomiendo, también, a Neil Gaiman, tanto
en su faceta narrativa como de guionista de historietas. A Leonardo Padura y toda
su serie de Mario Conde y al guionista de True Detective, Nic Pizzolatto, que
escribió una novela noir tremenda, Galveston. Aunque no he leído tanto de
ellas, sugiero que lean a Claudia Aboaf y a Yamila Begné, que escriben con un
maravilloso registro poético.
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