jueves, 22 de marzo de 2018

Preguntas a Yamila Begné



¿Por qué elegiste dedicarte a la escritura?

En un momento me propuse trabajar de lo que fuera, siempre y cuando implicara un acto de escritura. Ese “siempre y cuando”, por supuesto, se fue dando de a poco. Pero, desde entonces aproximadamente, escribir es lo que hago: trabajo de escribir y leer, y también escribo y leo cuando no trabajo. Supongo que decidí algo así porque me interesa el lenguaje. Me interesa, especialmente, explorarlo hacia adentro, intensivamente: ver todo lo que tiene de lógica y de no lógica.

¿Qué nos podés contar sobre tu último libro?

Los límites del control (Alto Pogo, diciembre de 2017) es un libro de cuentos. Los que lo han leído notaron una variedad temática de la que yo no me había dado cuenta: hay un cuento sobre trenes a vapor y sueños, otro sobre meditación, otro sobre un prologuista que busca rastros de un autor muerto, otro sobre botánica, otro sobre Darwin, otro sobre la Luna. Por mi parte, sí me había dado cuenta de que, en este tercer libro, busqué aflojar un poco los modos de escritura que había trabajado en los anteriores. Es decir: quise encontrar para mí misma un modo más suelto de escribir, más abierto, sin perder lo que había buscado en los libros anteriores: estructura, forma, lenguaje. Creo que hice lo posible para llevar mi escritura hasta el punto en que ya no pude seguir controlando tanto todo. Por eso, entonces, Los límites del control. Y por amor a Jim Jarmush.

¿Con qué personaje de ficción te identificás?

No tengo esa relación con la literatura, muy lamentablemente. Es horrible confesar esto, lo sé, pero me cuesta mucho disfrutar de la literatura (y también de otras cosas). Lo intento, eso es seguro. Quizás me cueste por deformación profesional: para mí leer es estudiar o investigar para escribir o trabajar. ¿Sonó muy horrible? Quizás no sea tan malo, pienso ahora, mientras escribo: quizás lo que hago cuando leo sí pueda pensarse como una forma de disfrutar. Solo que no me doy cuenta. Me lo voy a quedar pensando.

¿Qué autores nos recomendás?

Estos son solo algunos de los autores que me gusta leer. En cuanto a recomendar, me parece que lo mejor es que cada uno lea lo que lo tiente. Pero allí van los nombres, de todos modos:
Beckett, Saer, Silvina Ocampo, Jean-Jacques Rousseau. Di Benedetto.
Luis Sagasti, Carlos Ríos, Mariana Travacio, Fernanda García Lao.

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